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lunes, 24 de junio de 2019

LA MEDITACIÓN REAL: “El Camino hacia la Esencia”


LA MEDITACIÓN REAL:  “El Camino hacia la Esencia
           
            El siguiente escrito fluyó al papel en forma de ‘canalización de ideas’; una forma de escritura fluida y sin interrupciones que el escribiente (A.B.) deja aflorar desde su conciencia interna (cuya fuente original es, a veces, de su propio ser álmico, y otras veces, de Instructores Internos con los cuales el canal se pone en sintonía). Por lo tanto, este escrito sobre ‘la Meditación’ no pretende ser un examen completo sobre el tema, el cual, se verá, que es de gran complejidad si se aborda su estudio detallado. Esta ‘transmisión’, sin embargo, deja traslucir interesantes conceptos sobre la esencia y naturaleza de “la Meditación Real”, pudiendo llegar a cuestionar, inclusive, algunas estructuras mentales o concepciones de los lectores y estudiantes a cerca de esta temática.
             


            22-06-2019.


                                                          AUDIO


Sintonicen con la Paz del Sol espiritual.
Abran sus corazones a la Paz Solar de La Presencia.
La Meditación en el SER, es el camino.

         Eviten las distracciones de los sentidos físicos y de los deseos”.
       Muchos estudiantes emprenden el sendero de la Meditación y encuentran inconvenientes y obstáculos con las distracciones de la mente inferior. La inconstancia es una de las consecuencias de las distracciones de la mente, ya que al perder el enfoque de la Meditación por los deseos y atracciones sensoriales, la mente se pierde en laberintos e ilusiones.

         La Meditación es ‘un sendero’ y, a la vez, ‘una meta presente’.
     El “sendero” es el discernimiento constante; “la meta presente” es la ‘contemplación’ en el Ahora.
         ‘La serena contemplación’ ocurre cuando la mente se funde en el Ser (la “esencia de ser”, que es Unidad) y permanece en un estado de paz profunda, pudiendo así revelarse “la Virtud”…
     En dicha “contemplación” no hay ‘observador’ separado de ‘aquello observado’, sino que hay un estado de “unidad contemplativa”, podríase decir, en el cual ‘el meditador’ ya no existe; ‘solo hay Meditación fluyendo’…, porque Meditación es el Ser intemporal revelándose a Sí Mismo

         La Meditación es un suceso interno intemporal”, pero el estudiante llega a ella, o bien “es arrobado” hacia el estado de Meditación, cuando ha aprendido a “sintonizarse” con el Ser (o ‘Yo-esencia’), evadiendo, como dijimos, las distracciones kamamanásicas.

         El término “sintonización” es el correcto aquí.

         Sintonizar’ es el primer paso, y lo puede hacer el principiante realizando un trabajo de concentración sostenida. El estudiante puede comenzar la práctica (en una postura corporal cómoda, con la columna vertebral erecta) concentrándose en su respiración o enfocando su mente en algún símbolo de elevación espiritual (que puede ser una imagen, un mantram, etc.). Cuando ‘la sintonización vibracional’, que es la concentración en el símbolo elegido, logra efectuarse, notándose esto en un estado de mayor calma interior, entonces, la Meditación ‘puede llegar’ abriéndose paso desde Lo Alto del SER, utilizando el canal abierto por ‘la sintonización consciente’.

         Obsérvese que sintonización es una actividad consciente de la mente y precisa de cierto esfuerzo durante el enfoque de la mente en la concentración; mientras que la Meditación ‘sucede’, ‘llega’ desde Lo Alto (o desde “lo Profundo”) y riega a la mente con Lo Nuevo.

      Podríamos decir, para profundizar en la anterior idea, que la sintonización es ‘un esfuerzo constructivo’ y de elevación vibracional de los cuerpos y de la conciencia a través de la concentración en elevados ideales (el símbolo).

         Sintonización es colocar ‘el dial de la mente’ en una elevada frecuencia psico-espiritual, la más elevada que el aspirante sea capaz de encontrar y concebir con su comprensión.

         Con ‘la sintonización’ el estudiante “construye el Cáliz energético” al cual descenderá, a su debido momento álmico, la Presencia Espiritual. Esto último es MEDITACIÓN, y puede revelarse en diferentes gradaciones y cualidades de Energía-Esencia. Por eso es que en Yoga se dice que existen varios y diferentes niveles de Samadhi(*)

     Muchos estudiantes llaman meditación al estado de concentración sostenida, pero la verdad es que todo acto volitivo, es decir “de esfuerzo” del yo individual, “de búsqueda”, no es aún Meditación, sino “sintonización”, o lo que podría entenderse como “los pasos preliminares que van preparando a la verdadera Meditación”, que cuando llega no es dirigida a voluntad ni puede ser guiada por la mente, ya que cuando sucede, la Meditación se guía a sí misma, pues ya no hay ‘ego’ que la dirija.

“Meditación es plenitud en ausencia del yo”…

         Para que la Meditación profunda (o “Meditación Real”) suceda, la mente debe estar, además, libre de conflictos y escollos psicológicos, es decir, que debe existir “la capacidad de auto-limpiarse de conflictos cotidianos”, con observación e inteligencia reflexiva, para no reprimir ni guardar nada conflictivo e inconcluso en la mente subconsciente…
         Esta “limpieza interna” requiere de un estado de alerta permanente para poder ver los hechos tal como son (sin ‘torcerlos’ a conveniencia…) y requiere de una actitud de “estar dispuesto a morir (egoicamente) en el acto de sincerarse permanentemente… Algunos podrían llamar a esto “sincericidio”. El sincericidio no es un defecto sino una virtud para el que desea transitar el camino de la Meditación, que es el sendero hacia la Verdad.

         Por lo tanto, Meditación es, en primer lugar: vida interna limpia (sinceridad) y pensamiento recto (justo, ecuánime). Este es “el cimiento de la Meditación”.
         Sin esta base, cualquier intento de meditar no traerá buenos frutos, porque estará faltando la base, el cimiento…, condición sine qua non de la Meditación real.
         Sobre ese cimiento sólido y firme de la vida interna limpia y recta, comienza ‘la construcción’ del “Hogar vibracional” que habrá de venir a habitar la Superior Presencia espiritual “cuando ya la construcción sea habitable”…

         (Considérese que estos ejemplos figurativos o simbólicos intentan ir develando eventos que son enteramente “energéticos”, tanto en la conciencia como en los vehículos).

         La “construcción” que el practicante efectúa sobre ‘el cimiento interno’ ya citado, es ‘preparación con ejercitación mental’ (concentración – sintonización).

         Estos dos pasos: 1- ‘el cimiento’ de la conducta y 2- ‘la construcción’ con la ejercitación mental (sintonización), son los pasos preliminares, en los cuales el practicante – aspirante a la Meditación – puede permanecer mucho tiempo, a veces retomando el camino que ya comenzó en vidas anteriores, para llegar, final y felizmente, al “encuentro interno” que es “LA MEDITACIÓN REAL”.

         La Meditación Real no se hace…, “sucede”…, “florece”…, pero no sin haber efectuado antes un probado sendero preparatorio creando “el canal interno” que hace posible el ‘descenso’ de la Presencia Solar…

         Dicho de forma más metafórica…, “la planta no crece ni florece sin antes haberse sembrado la semilla en tierra debidamente abonada y haberla regado a través de las semanas y estaciones… El jardinero solo puede preparar el terreno, sembrar la semilla en suelo fértil y regarla…, pero cuando la semilla germina y brota, a partir de allí su crecimiento y florecimiento lo realiza su propia e interna naturaleza, y el jardinero, en este estadio, solo puede limitarse a contemplar la maravilla de la Obra Natural…”
        
         Técnicas o métodos de meditación existen muchos (que cubren las distintas necesidades energéticas de las almas según su Rayo y sus progresos), y cada religión tiene sus sistemas, pero “el sentido”, la comprensión de la esencia de la Meditación, es una y la misma para todos los sistemas y métodos.
         Quien no entiende ‘la esencia’, ‘el real significado’, ‘el sentido’ de la meditación, puede vagar de un sistema en otro por muchos años…, sin hallar comprensión; pero quien entiende verdaderamente ‘el sentido’, ‘la esencia’, puede entonces seguir un método de meditación elegido (por sintonía interna o ‘afinidad’) o no elegir ninguno en absoluto y fluir libremente, intuitivamente, sin reglas, porque quien comprende ‘el sentido’, se halla en el umbral mismo de la Meditación Real.

El Sendero de la Meditación, es el camino hacia ‘el sentido’,
Hacia ‘la Esencia’…

Paz, en los corazones de los aspirantes a ‘la Meditación Real’.
        

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(*) Samadhi: Vocablo sánscrito empleado en Yoga, que puede traducirse como contemplación extática o contemplación divina, estado que se produce en la conciencia que ha penetrado más allá del estado ordinario de la mente (que puede ser denominado “supraconciencia”). Algunos estudiantes, especialmente los que siguen las enseñanzas del Raja Yoga, separan a la meditación (dhyána) de la contemplación divina o ‘arrobamiento extático’ (samádhi), pero estos serían, en realidad, diferentes niveles o profundidades de MEDITACIÓN.  Lo cierto es que en ‘la Meditación Real’ el ego (la autoconsciencia personal) pierde las riendas de la dirección de la Meditación,, y lo que fluye es la Presencia de una Energía de PAZ y Armonía que influye en la mente, aquietándola naturalmente, y en el cuerpo físico, relajando al máximo al sistema nervioso (pero sin adormecerlo). Puede suceder, en ese estado que hemos denominado aquí “Meditación Real” que se sienta una gran Paz en el vacío mental, o que en medio de dicha Paz irrumpan comprensiones inusitadas y esenciales nunca antes sospechadas, o que se amplifiquen los sentidos internos en medio de la paz circundante…; o que se pierda noción del ‘sí mismo individual’…, etc., siendo cada uno de estos y de otros casos, niveles y/o aspectos diferentes en la profundidad de la Meditación. En Yoga corrientemente se han definido las profundidades del Samadhi (o Meditación Real) sintetizándolas en dos niveles: Savikalpa samadhi y Nirvikalpa samadhi (esta última de mayor profundidad que la primera), pero quien esto escribe ve en ello una simplificación de un tema mucho más complejo y profundo, ya que existen muchos niveles y subniveles en la supraconciencia que el viajante en la Meditación puede llegar a vivenciar…
            La conciencia más sabia y madura, es aquella que no se atribuye a sí misma ningún resultado de la Meditación, volviéndose en cambio naturalmente humilde, así como respetuosa y devota de este Sendero Interno…

                                                                              (Escriba A.B., de EISA)